PLC, el cerebro del proceso

En pocas palabras, un controlador lógico programable (Programmable Logic Controller - PLC), es un dispositivo electrónico que permite las operaciones de los dispositivos a nivel de campo basándose en la información que le transmiten de los sensores correspondientes, es decir, funciona como una computadora de grado industrial.

A pesar de que éstos parecen ser una novedad, la verdad es que han existido desde hace más de medio siglo pero el rápido avance tecnológico ha dado paso a su masificación, al punto de que es prácticamente imposible imaginar una empresa que no los utilice en sus procesos industriales e incluso empiezan a estar presentes en la vida cotidiana (ya saben, el "internet de las cosas" y la conectividad con la nube) como micro PLCs o "relevadores inteligentes".

Actualmente existen un sinfín de empresas dedicadas al desarrollo de tecnologías de automatización entre las que destacan las americanas Allen-Bradley, Emerson, Honeywell; la europeas Siemens, ABB, Schneider o las asiáticas Mitsubishi, Yokogawa, Keyence o Unitronics. Cada una con productos distintos pero de alcance similar para resolver las necesidades industriales y homologadas por el estándar IEC-61131 para facilitar la programación de los autómatas. 

Retomando el concepto de PLC, éstos cuentan con los mismos elementos o componentes básicos que permiten su funcionamiento:

  • Fuente de alimentación: Proporciona corriente a la electrónica interna del controlador
  • Batería: Energiza la memoria volátil (RAM)
  • Memoria: Se divide en dos partes, la volátil (RAM) que realiza la operaciones y procesos en tiempo real y la no volátil (ROM) que almacena la programación del proceso. 
  • CPU: controla la ejecución del programa, realiza las operaciones, coordina la comunicación entre los diferentes componentes, etc.
  • Módulos E/S: Son la forma con la que el PLC se comunica con el exterior, las entradas reciben las señales de los sensores de campo y la salidas permiten la interacción con el proceso mediante los actuadores. 
  • Puerto de comunicaciones: permite la interconexión del PLC con otros similares a él con el fin de expandir la red industrial, también con sistemas HMI para la visualización del proceso y con  distintas PC para recibir el programa de control.
Estas características permiten que los PLCs sean integrados, es decir, que se comercialicen como una unidad o modulares, los cuales le permiten al usuario cambiar los componentes por unos de mayor o menor alcance (en cuanto a capacidad de memoria, tipos de entradas y salidas, alimentación por corriente directa o alterna, etc) dependiendo de cuál será su aplicación y si desea darle escalabilidad a su proceso.

Me tomaría una eternidad poder cubrir todo el mercado disponible y las diversas combinaciones que puede tener un PLC modular pero trataré de dar un panorama general en próximas entradas.

-AHN

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